Un ensayo muy especial

Día muy especial por muchas razones.
Muchos hermanos se han acercado a dar ese beso de amor a sus semejantes en forma de comida; muchos costaleros han llevado esos kilos sobre su cerviz con el mismo amor con el que llevan a su Señor Jesucristo en su Sagrado Descendimiento ya su Madre de la Soledad Coronada; una Hermandad de las Angustias, hermandad hermana que hace una gran labor con los más necesitados se ha llevado un empujoncito en su espléndida y nunca del todo alabada labor en los más de 500 kg. que han recibido: una gran demostración de piedad popular ha inundado las calles de nuestra ciudad en una espléndida mañana; una banda nos ha acompañado de forma totalmente altruista persiguiendo el mismo fin que buscábamos las dos cofradías, y juntas hemos realizado una gran demostración de cristianismo en esta ciudad de Dios.
Y por último, algo que me ha llegado al corazón, y que no puedo ni quiero dejar de señalar: cuando he llegado al sitio elegido para la entrega y hablar con nuestra Policía Local (a la que siempre estaremos agradecidos) me he encontrado con  cuatro hermanos de la Hermandad de los Trabajos que llevaban comida para entregar; esos hermanos de esa cofradía con quien en los últimos tres años habíamos realizado este bendito encuentro y que, quiera Dios, vuelvan a estar en las calles de esta ciudad.
Hoy no viven sus mejores momentos, pero entre todos y con el amor que deben demostrar cada uno de sus hermanos a las Sagradas Imágenes que han sabido pasear por las calles de Alcalá, por la devoción que siempre han demostrado a ellas, olvidándose de las pequeñas cosas que se hacen enormes cuando las tratamos los hombres, por su buen hacer, conseguirán, conseguiremos, que vuelvan a iluminar las tardes del Miércoles Santo.