Carta Pastoral «Para que tengan vida» de Mons. Antonio Prieto Lucena

La primera Carta Pastoral que nos envía nuestro obispo Mons. Antonio Prieto Lucena comparte título con su lema episcopal: «Para que tengan vida» (Jn 10,10). Desde sus primeras líneas, el obispo realiza una firme invitación a recibir la Vida regalada por Cristo; a través de una constante búsqueda de la santidad. Las Hermandades y Cofradías como realidades eclesiales activas debemos cumplir este mandato, siendo capaces de programar diversas actividades donde todos tengan cabida cumpliendo una máxima importante: Dios es el centro de nuestra vida y sin Él no podemos hacer nada.

El cuidado de la vida sacramental tiene que ocupar un lugar central en nuestras corporaciones. Todo esto comprende la celebración de la Eucaristía, la confesión frecuente, la oración personal y las prácticas de piedad. La Hermandad no deja de ser una alternativa válida para acercar a sus fieles a la perfección de la vida cristiana. Los cultos internos y eucaristías en honor a nuestros Sagrados Titulares pueden servir como puerta de entrada de los hermanos más alejados para cumplir finalmente con el precepto dominical. Si te encuentras distanciado del Sacramento de la Reconciliación siempre es buen momento para recibirlo a través de nuestro capellán. Con la Eucaristía y la Penitencia renovamos nuestra conversión permanente y nos acogemos al perdón de Dios.            

Recojamos el testigo que nos deja nuestro obispo don Antonio en esta Carta Pastoral. Los tres pilares sobre los que trabajar durante este curso cofrade que apenas comienza son santidad, comunión y misión.