Solemnidad de los Santos Niños mártires Justo y Pastor Patronos de la Diócesis Complutense 6 de agosto de 2020

Mañana, 6 de agosto, la Diócesis Complutense celebrará la Solemnidad del martirio de nuestros Patronos, los Santos Niños mártires Justo y Pastor. Ellos son el fundamento y las raíces de la fe en nuestra tierra. Justo y Pastor, hermanos, 7 y 9 años respectivamente. Corría el año 306 en la ciudad de Complutum. La fe cristiana era perseguida por el Imperio Romano en la persona de su emperador, Diocleciano. Viendo el miedo y sufrimiento de nuestro pueblo, estos dos hermanos arrojaron sus tablillas escolares y decidieron presentarse ante Daciano para dar testimonio de su fe y de su amor a Dios. No renegaron de su fe, al contrario manifestaron con gran fervor su amor a Dios. Primero amenazaron al mayor, Pastor, para ver si el Justo renegaba de su fe por miedo. Pero no es así, se fortalecen el uno al otro y se hacen dignos del don del martirio. Qué fe tan grande! La noticia de este acontecimiento desató una gran conmoción en la Hispania cristiana perseguida y enardeció la fe de aquellos cristianos que tal mal lo estaban pasando por la persecución diocleciana. Se dice tradicionalmente que la sangre de los mártires es semilla de cristianos, nada más lejos de la realidad, así sucedió. Gracias a su testimonio impactante, la fe creció y fuertemente se enraizó en nuestra tierra. Un siglo después Asturio, obispo de Toledo, encuentró sus restos y decide trasladar su sede episcopal a Complutum, convirtiéndose en el primer obispo complutense. Tanta fue la fe que despertaron los Santos Niños entre nuestros compatriotas, que en el año 646, el rey visigodo Chindasvinto les proclama patronos de la Hispania visigoda. En el año 2021 celebraremos el 1375 aniversario de este hecho singular. Debido a la Invasión musulmana de la Península Ibérica, un peregrino francés, Urbicio (posteriormente S. Urbicio), traslada al Valle del Nocito (Huesca) las reliquias para protegerlas y evitar que sean saqueadas, y allí quedan a salvo. Con gran insistencia el rey Felipe II solicitó al papa S. Pio V, que las reliquias volviesen a Alcalá. Finalmente se consigue este hecho tan anhelado por los complutenses, saliendo a hombros desde Huesca en enero de 1568 y llegando a Alcalá el 7 de marzo de 1568 y entrando en procesión por la Puerta de Guadalajara, y desde entonces conocida como Puerta de los Mártires (también nombrada como Plaza de los 4 caños). Recuerdan los escritos de Ambrosio de Morales, que se trató de la procesión más importante y solemne que jamás realizada en Alcalá. Parte de estas reliquias se custodian y veneran en la Catedral-Magistral de Alcalá. El resto se conserva en la Iglesia de S. Pedro el Viejo en Huesca. Los Santos Niños son para nosotros testimonio de fe en Jesucristo y ejemplo de entrega a los demás. Ellos no dudaron en ofrecerse por sus hermanos y así los enardecieron y mantuvieron viva su fe. Ellos nos enseñan también la posibilidad de ser santos. De ser santos desde niños, desde la sencillez y con ese ejemplo de amor a Jesucristo y estar dispuesto a vivir para Él. En agosto de 2014 se reinstauró la Asociación Diocesana de los Santos Niños. El objetivo fundamental de la Asociación es acercar a nuestros hermanos al Señor poniendo como ejemplo el testimonio de los Santos Niños, un testimonio de amor desde la sencillez de los niños. Además, la Asociación se encarga de mantener viva las raíces de la fe en nuestra Diócesis mediante la organización de celebración de la Solemnidad del martirio de los Santos Niños (6 de agosto) y de la Fiesta de la Reversión de las reliquias de los Santos Niños (7 de marzo).

Borja Hernández Breijo

Presidente de «La Asociación Diocesana de los Santos Niños»